BOGOTA.- El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, anunció hoy que sólo asistirá a la reunión que celebrarán la UE y Centroamérica al día siguiente de la Cumbre de Madrid, como solución al boicot con el que amenazaban algunos países suramericanos si se concretaba su presencia en la reunión plenaria UE-América Latina.
La decisión de Lobo, que al anunciarla no ahorró críticas a los gobiernos que le vetaron (Venezuela, Bolivia, Ecuador y Brasil), ya tuvo eco en el Gobierno brasileño, el cual confirmó la participación del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en la Cumbre madrileña.
El único impedimento para que Lula asistiera era la presencia de Lobo en la reunión de los gobernantes de 33 países latinoamericanos y caribeños y de 27 de la Unión Europea, el día 18, dijo a Efe una fuente de la Presidencia brasileña.
"Vamos a ir a España a ver la reunión que corresponde a lo que es la región centroamericana con la UE (el 19 de mayo), no vamos a ser motivo de conflicto", declaró Lobo a los periodistas tras un acto público celebrado hoy en una comunidad fronteriza con El Salvador.
En referencia a los gobernantes que no le quieren con ellos en la plenaria de la Cumbre señaló: "No olviden que cuando se ponen en posiciones tan intransigentes, y sinceramente lo digo, hasta cierto punto con un alto nivel de arrogancia, a quien están dañando es al pueblo hondureño". "Siento yo que la arrogancia, la prepotencia de algunos, en realidad lleva a castigar a un pueblo que no tiene la culpa" de la crisis desatada en Honduras por el golpe de Estado de 2009, añadió.
El anuncio del boicot a la presencia de Lobo en la Cumbre fue hecho en otra reunión presidencial, la de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), celebrada a comienzos de esta semana en un hotel campestre de las afueras de Buenos Aires.
El jefe de Estado de Ecuador, Rafael Correa, presidente de turno de Unasur, presentó la cuestión como una decisión de "consenso" del bloque suramericano, pero lo cierto fue que solo él y los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, Bolivia, Evo Morales, y el brasileño Lula ratificaron después que no irían a Madrid si lo hacía Lobo, el cual fue invitado a asistir por el Gobierno español.
Esos cuatro países están entre los que no han reconocido al Gobierno de Lobo, quien asumió en enero pasado, por considerar que las elecciones ganadas por él en noviembre no fueron legítimas, dado que se celebraron en el contexto del golpe de Estados contra Manuel Zelaya del 28 de junio de 2009.
"Quisiera recordarle a esos países que no olviden que 'Pepe' Lobo es el presidente de los hondureños, que este Gobierno fue electo democráticamente en una concurrencia masiva a las urnas", señaló hoy el mandatario hondureño. "Este Gobierno tiene la legitimidad de la voluntad del pueblo", puntualizó.
El secretario de Estado español para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, dijo hoy en Tegucigalpa que la decisión de no asistir a la Cumbre del 18 de mayo fue de Lobo y subrayó la "contribución" a la reunión que eso supone. De Laiglesia, que hoy concluyó una visita de cuatro días a Honduras, subrayó que España ha tratado de prestar una "contribución constructiva" a la reconciliación de los hondureños y no ha querido "instalarse en un cómodo frente de rechazo".
El presidente Lobo -agregó- "ha ido dando una serie de pasos en la dirección que le reclama la comunidad internacional, que no era otra que el cumplimiento pleno de los acuerdos Tegucigalpa-San José".
Por último, De Laiglesia abogó por una vuelta de Zelaya a Honduras y auguró que tendría "un papel muy importante en el proceso de progresiva normalización de las relaciones de Honduras con la comunidad iberoamericana de naciones y con los países latinoamericanos".
Al respecto, hoy el propio ex presidente hizo saber desde República Dominicana, donde reside desde su salida de Honduras, que no aceptaba el ofrecimiento para regresar a su país reiterado ayer por Lobo, quien aseguró que ninguna autoridad actuará contra él.
"Agradezco sus buenas intenciones, pero su propio ministro de Seguridad lo desmiente, el fiscal general lo desmiente, los magistrados del poder judicial lo desmienten", subrayó Zelaya en un mensaje distribuido por su asesor, Rasel Tomé.
La decisión de Lobo, que al anunciarla no ahorró críticas a los gobiernos que le vetaron (Venezuela, Bolivia, Ecuador y Brasil), ya tuvo eco en el Gobierno brasileño, el cual confirmó la participación del presidente Luiz Inácio Lula da Silva en la Cumbre madrileña.
El único impedimento para que Lula asistiera era la presencia de Lobo en la reunión de los gobernantes de 33 países latinoamericanos y caribeños y de 27 de la Unión Europea, el día 18, dijo a Efe una fuente de la Presidencia brasileña.
"Vamos a ir a España a ver la reunión que corresponde a lo que es la región centroamericana con la UE (el 19 de mayo), no vamos a ser motivo de conflicto", declaró Lobo a los periodistas tras un acto público celebrado hoy en una comunidad fronteriza con El Salvador.
En referencia a los gobernantes que no le quieren con ellos en la plenaria de la Cumbre señaló: "No olviden que cuando se ponen en posiciones tan intransigentes, y sinceramente lo digo, hasta cierto punto con un alto nivel de arrogancia, a quien están dañando es al pueblo hondureño". "Siento yo que la arrogancia, la prepotencia de algunos, en realidad lleva a castigar a un pueblo que no tiene la culpa" de la crisis desatada en Honduras por el golpe de Estado de 2009, añadió.
El anuncio del boicot a la presencia de Lobo en la Cumbre fue hecho en otra reunión presidencial, la de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), celebrada a comienzos de esta semana en un hotel campestre de las afueras de Buenos Aires.
El jefe de Estado de Ecuador, Rafael Correa, presidente de turno de Unasur, presentó la cuestión como una decisión de "consenso" del bloque suramericano, pero lo cierto fue que solo él y los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, Bolivia, Evo Morales, y el brasileño Lula ratificaron después que no irían a Madrid si lo hacía Lobo, el cual fue invitado a asistir por el Gobierno español.
Esos cuatro países están entre los que no han reconocido al Gobierno de Lobo, quien asumió en enero pasado, por considerar que las elecciones ganadas por él en noviembre no fueron legítimas, dado que se celebraron en el contexto del golpe de Estados contra Manuel Zelaya del 28 de junio de 2009.
"Quisiera recordarle a esos países que no olviden que 'Pepe' Lobo es el presidente de los hondureños, que este Gobierno fue electo democráticamente en una concurrencia masiva a las urnas", señaló hoy el mandatario hondureño. "Este Gobierno tiene la legitimidad de la voluntad del pueblo", puntualizó.
El secretario de Estado español para Iberoamérica, Juan Pablo de Laiglesia, dijo hoy en Tegucigalpa que la decisión de no asistir a la Cumbre del 18 de mayo fue de Lobo y subrayó la "contribución" a la reunión que eso supone. De Laiglesia, que hoy concluyó una visita de cuatro días a Honduras, subrayó que España ha tratado de prestar una "contribución constructiva" a la reconciliación de los hondureños y no ha querido "instalarse en un cómodo frente de rechazo".
El presidente Lobo -agregó- "ha ido dando una serie de pasos en la dirección que le reclama la comunidad internacional, que no era otra que el cumplimiento pleno de los acuerdos Tegucigalpa-San José".
Por último, De Laiglesia abogó por una vuelta de Zelaya a Honduras y auguró que tendría "un papel muy importante en el proceso de progresiva normalización de las relaciones de Honduras con la comunidad iberoamericana de naciones y con los países latinoamericanos".
Al respecto, hoy el propio ex presidente hizo saber desde República Dominicana, donde reside desde su salida de Honduras, que no aceptaba el ofrecimiento para regresar a su país reiterado ayer por Lobo, quien aseguró que ninguna autoridad actuará contra él.
"Agradezco sus buenas intenciones, pero su propio ministro de Seguridad lo desmiente, el fiscal general lo desmiente, los magistrados del poder judicial lo desmienten", subrayó Zelaya en un mensaje distribuido por su asesor, Rasel Tomé.
De EFE
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